El 10 de octubre de 1937, Santa Faustina recibió instrucciones del
Señor concerniente a otro elemento principal de la devoción a la Divina
Misericordia; esto es, la Hora de Gran Misericordia:
"A las
tres de la tarde en punto, implora Mi misericordia, especialmente por
los pecadores; y, aunque sea por un breve momento, sumérgete en Mi
pasión, particularmente en Mi abandono al momento de la agonía. Esta es
la hora de la gran misericordia para todo el mundo. Yo te permitiré entrar en Mi dolor mortal. En esta hora, Yo no rehusaré nada al alma que Me pida algo en virtud de Mi pasión". (Diario, 1320)
"Te recuerdo, hija Mía, que cuántas veces oigas el reloj dando las
tres, sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y
glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y
especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió
de par en par para cada alma. En esa hora puedes obtener todo lo que
pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para
el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia"
(Diario,1572) Esta es la oración que se ha de rezar a las 3 en punto de la tarde:
Expiraste,Jesús,
pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el
océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida,
insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre
nosotros hasta Tu última gota.
pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el
océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida,
insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre
nosotros hasta Tu última gota.
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío.