Se celebró el primer viernes de mes en torno a la Misericordia Divina, en la Parroquia de San Juan de Ribera.

Con gran afluencia de fieles, se celebró en la Parroquia de San Juan Bautista, el primer viernes dedicado a la Misericordia Divina. Fue un culto lleno de fervor, pero también de inquietud, pues el Grupo de Apostolado se prersentaba por primera vez en la que ya es su nueva sede. En este sentido, hay que agradecer las muestras de cariño y apoyo recibidas por Don Antonio y Don Jacinto, párroco y vicario parroquial del templo respectivamente, que han dado toda clase de facilidades para que el grupo pueda desarrollar su función, como así mismo buscar un lugar destacado donde ubicar el cuadro de la Misericordia Divina. En definitiva, una jornada que se inició con el tradicional besapié al Cristo de Medinaceli, para, posteriormente rezar el rosario de la Misericordia Divina, Solemne Eucaristía y Vía Crucis. El cuadro fue admirado por todos los devotos, dando fervientes muestras de alegría, por el lugar elegido para su devoción.