Bendícenos y ¡Conviértenos a ti, Señor…!
Señor, quiero convertirme a ti,
quiero dejar de mirarme a mí mismo,
y empezar a mirarte a ti, mi Dios y único Señor.
Quiero convertirme a ti,
para que el centro de mi vida seas tú,
sólo tú, mi Dios y Señor,
y me olvide de mis cosas y de mí,
quiero ocuparme sólo de ti,
de extender tu Reino a los demás;
que me abra más a las necesidades de la Iglesia
y de la sociedad.
Señor, quiero dejar de lado
mis intereses egoístas,
para interesarme sólo por ti,
y servir humildemente a los demás.
que sepa acompañar desde mi carisma a quienes me necesitan.
Señor, conviérteme a ti,
A tu palabra, a tu presencia…;
así dejaré de fiarme tanto de mis palabras,
de mis proyectos y de mis realizaciones.
Quiero empezar a caminar por tus caminos.
Conviérteme, día a día, más a ti,
en los pequeños detalles que constituyen
mi trabajo diario.
Señor, ayúdame a convertirme a ti…
yo sola/o no puedo.
Tanto lo he intentado
y siempre vuelvo a quedarme encerrado en mí.
Sal a mi encuentro, alienta mi esfuerzo.
Ayúdame, Señor, a empezar cada día
sin desanimarme por mis debilidades.
Conviérteme a ti, Señor…
Señor bloquea todo mal pensamiento, toda mala obra y toda mala acción
en contra de Nuestro Prójimo, contra de Nuestra Patria Amada y contra
del Mundo entero. Danos tu PAZ, esa paz que tanto anhelamos y necesita
el mundo entero. Renueva nuestra Fe. Haga en cada uno de nosotros tu
santa y divina voluntad. Señor ten piedad de nosotros y del mundo
entero. Jesús en Ti confío. Amén.
para que el centro de mi vida seas tú,
sólo tú, mi Dios y Señor,
y me olvide de mis cosas y de mí,
quiero ocuparme sólo de ti,
de extender tu Reino a los demás;
que me abra más a las necesidades de la Iglesia
y de la sociedad.
Señor, quiero dejar de lado
mis intereses egoístas,
para interesarme sólo por ti,
y servir humildemente a los demás.
que sepa acompañar desde mi carisma a quienes me necesitan.
Señor, conviérteme a ti,
A tu palabra, a tu presencia…;
así dejaré de fiarme tanto de mis palabras,
de mis proyectos y de mis realizaciones.
Quiero empezar a caminar por tus caminos.
Conviérteme, día a día, más a ti,
en los pequeños detalles que constituyen
mi trabajo diario.
Señor, ayúdame a convertirme a ti…
yo sola/o no puedo.
Tanto lo he intentado
y siempre vuelvo a quedarme encerrado en mí.
Sal a mi encuentro, alienta mi esfuerzo.
Ayúdame, Señor, a empezar cada día
sin desanimarme por mis debilidades.
Conviérteme a ti, Señor…
Señor bloquea todo mal pensamiento, toda mala obra y toda mala acción
en contra de Nuestro Prójimo, contra de Nuestra Patria Amada y contra
del Mundo entero. Danos tu PAZ, esa paz que tanto anhelamos y necesita
el mundo entero. Renueva nuestra Fe. Haga en cada uno de nosotros tu
santa y divina voluntad. Señor ten piedad de nosotros y del mundo
entero. Jesús en Ti confío. Amén.
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