LA DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
Cuando
Dios quiere revelar un mensaje a la humanidad, no busca a los más
importantes y sabios, sino que se revela a través de los más sencillos y
humildes, que saben ser dóciles a sus inspiraciones y gracias. Este es
el caso del mensaje de la Divina Misericordia dado a la Santa Hna. María
Faustina Kowalska, religiosa polaca, instrumento elegido y probado por el Señor.
Santa Faustina (como es conocida en el mundo entero) pertenecía a la
Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, conocidas
como las "Hermanas Magdalenas" que se dedican a la educación de jóvenes
de bajos recursos. Vemos como el Señor empieza a poner las piezas de su
"rompecabezas de gracia", en un orden perfecto. El revela Su
Misericordia a una religiosa de la comunidad dedicada a Su Misericordia.
Santa Faustina estuvo en varias casas de su Orden, siempre realizando
trabajos muy sencillos y desapercibidos, tales como la cocina, el
jardín, la limpieza del convento o atendiendo la puerta. Precisamente es
a esta hermana menos notoria a la que el Señor escoge para dar al mundo
entero el gran mensaje de su Misericordia que a tantas almas ha tocado y
transformado al propagarse por el mundo entero en momentos tan críticos
para la humanidad.
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