martes, 16 de febrero de 2016

Oración ofical para el Jubileo de la Misericordia

El Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización publicó la oración oficial para el Jubileo de la Misericordia, el Año Santo convocado por el Papa Francisco que se inició el 8 de diciembre de 2015, Solemnidad de la Inmaculada Concepción; y culminará el 20 de noviembre de 2016, Solemnidad de Cristo Rey del Universo. La oración, cuyo lema está tomado del Evangelio según San Lucas: “Misericordiosos como el Padre”, einvita a todos los fieles del mundo a la peregrinación, la Confesión y la Comunión para conseguir la indulgenca.


A continuación, el texto completo de la oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia:
Señor Jesucristo,
tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;
a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura;
hizo llorar a Pedro luego de la traición,
y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:
¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible,
del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia:
haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad
para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:
haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción
para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor
y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres
proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos
y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,
a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.

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