domingo, 18 de enero de 2015

Yo no soy mi miedo, soy yo en el silencio



Si me detengo durante un momento en esta hora del día y guardo silencio, aflorarán dentro de mi muchos sentimientos.

Tal vez haya decepciones, heridas, pasiones, miedos... tal vez dudas. Por eso muchos huyen del silencio y buscan el bullicio del mundo o la actividad desmedida. Quizás huyendo de sí mismos para no encontrarse consigo.

Para saber quién soy debo buscar el silencio, aunque sea de vez en cuando. Este silencio producirá en mi varios estados. Primero me ayudará a encontrar la realidad que está oculta entre tantos ruidos, ver qué se mueve en mi interior, qué me pasa, cómo estoy.

¿Tengo problemas de afecto o soy yo mismo mis problemas? Mi miedo está ahí, es verdad, pero yo no soy mi miedo.

Ahora veo que estoy necesitado. Entonces me uno a Dios: Señor, te necesito, ven a mi.

Soy un ser pleno, tengo a Dios, Él ya tiene resueltos mis problemas, es mi Padre, ¿qué he de temer?

Soy uno conmigo mismo y con los demás, y con toda la creación. Ya no medito más en Dios porque estoy en Él.

Jesús Sánchez Adalid, Pbro.

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