domingo, 31 de agosto de 2014
SEPTIEMBRE 2014: COMIENZA UN NUEVO CURSOs
Pues todo hace indicar que, relativamente es así, aunque NO. Entre otra cuestiones por que Dios no se toma vacaciones, ni se cansa de darnos armonía. Allá donde nos hallamos desplazado para disfrutar de unos merecidos días de descanso, allá ha estado El, siempre y cuando, las puertas de nuestro corazón nunca se hayan cerrado. Para el Grupo Misericordia Divina de Badajoz y para nuestras queridas y admiradas Hermanas Clarisas Descalzas, también comienza un nuevo curso...de amor a Dios. Y, tal como ha acontecido a lo largo de los meses estivales, seguimos reuniendonos los primero viernes de mes para honrar y orar ante Jesús Sacramentado y ante el cuadro que representa la Miericordia Divina. Por lo tanto, aprovechamos estas breves líneas para volver a invitar a todos los devotos y, especialmente a los que aun los desconocen, a que se abandonen ante la Bendita Misericordia de Jesús. Todos sois bienvenidos a la Casa del Señor. En este caso, al Convento de las Hermanas Pobres de Santa Clara, el próximo viernes a las 19 horas. Será una experiencia que nos hará vivir cada día con la esperanza de que Dios, siempre está a nuestro lado.
No pares, no pares...SIGUE ADELANTE
No
llores por lo que perdiste
Lucha
por lo que queda
No
llores por lo que ha muerto
Lucha
por lo que ha nacido de ti
No
llores por quien se ha marchado
Lucha
por quien está contigo
No
llores por quien te odia
Lucha
por quien te quiere
No
llores por tu pasado
Lucha
por tu presente
No
llores por el sufrimiento
Lucha
por tu felicidad …
Con las
cosas que a uno le suceden
vamos
aprendiendo que nada
es
imposible solucionar, sólo:
SIGUE ADELANTE.
Franciscus
sábado, 30 de agosto de 2014
viernes, 29 de agosto de 2014
jueves, 28 de agosto de 2014
DOMINGO XXIII T. ORDINARIO
Situémonos
“Si miras por tu
hermano,
habrás
salvado su vida y la tuya”
El profeta debe denunciar el mal y al malvado para
que pueda convertirse (Ezequiel 33,7-9).
Jesús establece un
proceso en la corrección fraterna: primero el diálogo, después los testigos,
finalmente llevar el caso a la comunidad. No sirve lo de “decirle cuatro
palabritas” o “cantar las cuarenta”. No debe ser hacerse porque irrita, ni por
ser “martillo de herejes”. Como hermanos, somos responsables unos de otros. Nos
debería doler, como en carne propia, el mal camino del hermano, y desear,
porque le queremos, su bien. Por eso, nos acercamos a él y le ayudamos para que
enmiende su camino, porque deseamos su felicidad. ¡Qué gran don y signo de amor
es la corrección fraterna! (Mateo 18,15-20).
Porque todos los
mandamientos, han de estar impulsados por el amor al prójimo (Romanos 13,8-10).
Así que
atentos a la voz de Dios y del hermano: “Ojalá escuchéis hoy su voz: «No
endurezcáis vuestro corazón» (Sal 94,1-2. 6-7. 8-9).
Abramos el
corazón
“Hazlo....,
pero con amor”
Si
los defectos dificultan mi camino,
ayúdame
a superarlos, pero con amor.
Si
avanzo en la dirección equivocada,
indícame
el camino…., pero con amor.
Si
algo de mí no te gusta y te hiere,
házmelo
saber….pero con amor.
Si
mi vida se dispara hacia un túnel sin salida
adviértemelo….,
pero con amor.
Si
soy egoísta o vanidoso, si la envidia no me deja ser feliz,
si
tengo mil vicios o caídas, dímelo…., pero con amor.
Si
no soy como tengo que ser, no quieras que sea como tú,
pero
si tú vives en la verdad y yo en la mentira,
dime
cómo se sale de ella…., pero con amor.
Si
me falta corazón y caridad,
reza
por mí….., pero hazlo con amor.
Si
estoy mal conmigo mismo y con los demás,
si
me encuentro agarrotado por la soberbia,
si
hace tiempo que perdí el norte de mi existir,
mírame
a los ojos…., pero hazlo con amor.
Si
pensamos de forma diferente,
si
crees que podemos caminar juntos, si todavía confías en mí,
lo
intentaremos de nuevo….., pero con amor.
Una
cosa te digo:
Si
piensas que sólo soy yo el que fallo;
si
crees que sólo soy yo el falto de caridad;
si
crees que tú eres el santo, el bueno y el sabio,
no
me digas entonces nada…
Porque
entonces es cuando me daré cuenta
que
tú tampoco dejas actuar a Dios.
Dime
lo que quieras…, pero eso sí…hazlo con amor. Amén.
Javier
Leoz
Meditemos
“todo lo que desatéis en la tierra quedará
desatado en el cielo”
La corrección fraterna
supone mirada limpia y profunda, encuentro fraterno, y opción por el prójimo.
El Evangelio muestra la actitud que
debe existir en la comunidad: misericordia como la del Padre. La comunidad es
grupo de hermanos en el que las murallas de clases sociales, prejuicios,
privilegios, se han de derribar para que nazca la comunidad.
Jesús nos anima a ayudarnos mutuamente
a ser mejores. Es una invitación a reflexionar sobre nuestras relaciones con
los demás. ¿Estamos más habituados al lenguaje de la responsabilidad y la culpa
que al del amor y la gratuidad?
La comunidad de Jesús no está formada
por “buenos y malos”, “perdonados y perdonadores”, “jueces y reos”, sino por
hermanos que se quieren y se ayudan. ¿Los grupos, las parroquias, son la
comunidad que Jesús pensaba y quería?
Jesús habla de “atar o desatar”. De
nosotros depende. Jesús apostó por “atar” su vida a las personas empobrecidas,
enfermas, víctimas de la corrupción y de la injusticia, “desatándolas” de todo
tipo de exclusión y opresión. Su vida es signo de acogida, liberación y perdón.
Modelo y ejemplo para la nuestra.
El encuentro fraterno, siendo
plenamente humano (“ponerse de acuerdo”), es signo eficaz de la presencia
liberadora de Jesús. En la oración y por la oración aprendemos a vivir en
confianza incondicional. Nos convertimos en cauce de la presencia, acogida,
solidaridad, ternura... de Jesús, los unos para los otros. Nuestra tarea es
ayudarnos mutuamente a ser personas más humanas, más libres y más felices,
caminando juntos hacia la fraternidad universal.
Pensemos
“San Francisco y la
corrección”
(Leyenda
de Perusa, 106, resumido)
Uno de sus compañeros le habló en cierta
ocasión:
- «Padre, perdóname,
porque lo que voy a decirte. Tú sabes cómo en tiempos anteriores los hermanos
observaban con celo y fervor cuanto se refiere a nuestra profesión. Ahora bien,
desde hace poco tiempo esta pureza se ha deteriorado. Viendo todo esto, creemos
que te disgusta; pero estamos sorprendidos de cómo lo soportas y no lo
corriges, si es que te disgusta».
El bienaventurado Francisco respondió:
- «Hermano, que el Señor
te perdone por haber intentado mezclarme en cuestiones que no son de mi
incumbencia».
Y añadió:
- «Mientras tuve el
gobierno de los hermanos, ellos permanecieron fieles a su vocación. Pero cuando
me apercibí de que ni mis consejos ni mi modo de vivir les apartaban del mal
camino, entonces puse la Religión en manos del Señor y de los ministros».
Y dijo:- «Mi cargo es espiritual: estar sobre los hermanos
para corregir los vicios. Y, si no puedo enmendarlos con mis exhortaciones y mi
ejemplo, no quiero convertirme en verdugo que castigue y flagele, como hacen
los poderes de este mundo. Sin embargo, hasta el día de mi muerte no cesaré de
enseñar con mi ejemplo cómo han de marchar los hermanos por el camino que el
Señor me mostró, y que yo les mostré a fin de que no hallen excusa delante del
Señor, ni yo tenga que rendir cuentas más tarde ante Dios ni de ellos ni de mí
mismo».
“No
quiero convertirme en verdugo que castigue y flagele”.
Pensemos
“La corrección”
Una leyenda cuenta que el emperador estaba de
caza: al ir a buscar un ave que había caído en un maizal, quedó admirado del
cultivo; se olvidó de la presa y se dedicó a recoger las magníficas mazorcas.
De pronto, aparece el dueño y se sorprende al ver al
mismísimo emperador frente a él. En tono grave lo interpela:
-
¡Yo no sabía que el emperador robase!
El soberano sin argumentos le respondió:
-
Tienes razón al decirme esto; te devuelvo las mazorcas.
Pero el campesino, con una sonrisa, le dice:
-
Majestad, es una broma. No tiene que devolverme nada. Es un honor que se lleve
los frutos de mi trabajo.
El
emperador insistía en devolverlas y el súbdito que se las quedase. Finalmente
el emperador dijo:
-
Está bien: yo recibo tus mazorcas como un regalo, pero tú tendrás que aceptar
un obsequio de mi parte. Te doy mi capa. El
campesino aceptó la prenda. El monarca, apenas llega al palacio, convoca a su
corte y con rostro afligido les dice:
-
Hoy ha ocurrido algo terrible: al internarme en un maizal, salió a mi encuentro
un hombre y me robó la capa.
Todos exclamaron:
-
¡Es reo de muerte!
-
¡Vayan a buscarlo!, dijo el emperador.
Al rato aparece el acusado, temblando de pánico.
El emperador, entonces, se dirige a sus ministros:
- ¿Veis a este hombre? Él vale más que todos vosotros. Porque hasta
ahora nadie se atrevió a corregirme, a decirme la verdad sobre mi conducta. Él
lo hizo. Por eso, a partir de ahora, quiero que esté siempre a mi lado y siga
corrigiéndome.
El poder de la fe y de la oración.
“Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es
misericordioso y escuchará tu oración... La oración es la mejor arma que
tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no
solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas
ocasiones debes hablarle solo con el corazón...” -Padre Pío
miércoles, 27 de agosto de 2014
martes, 26 de agosto de 2014
Santa Mónica habla de la vida eterna
Miércoles, 27 de agosto, Festividad de Santa Mónica, madre de San Agustín.
¿Cómo me puedo acercar a Dios? Es muy sencillo. Piensa, medita, date cuenta de las cosas, cómo Dios te ayuda en todo momento.
Piensa y medita sobre esra historia:
REZA EL ÁNGELUS
ES HABITUAL QUE ESTA ORACIÓN MARIANA, SE RECE A LAS 12 HORAS DEL MEDIODÍA. AUN ASÍ, EN CUALQUIER MOMENTO, MARÍA LA ACOGE CON VERDADERO CARIÑO Y ALEGRÍA. POR ESTE MOTIVO, TE INVITAMOS A REZAR EL ÁNGELUS:
V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Avemaría.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo
R. Amén.
V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Avemaría.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo
R. Amén.
SIGUE CONFIANDO EN LA MISERICORDIA DE DIOS
EN TUS DIVINAS MANOS ESTAN MI VIDA SEÑOR, MIS NECESIDADES Y AFLICCIONES.
EN TI CREO, ESPERO Y CONFIO. AMEN.
EN TI CREO, ESPERO Y CONFIO. AMEN.
SANTA FAUSTINA: ÚLTIMOS DÍAS DE SU VIDA
5
de octubre de 1938 - A las once menos cuarto de la noche, Sor María
Faustina Kowalska, tras largos sufrimientos soportados con gran
paciencia, ha ido a encontrarse con el Señor para recibir la recompensa.
7 de octubre de 1938 - Su cuerpo fue sepultado en la tumba común, en el cementerio de la Comunidad, situado al fondo del jardín de la casa de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewiniki.
21 de octubre de 1965 - En la arquidiócesis de Cracovia es iniciado el proceso informativo sobre la beatificación de Sor Faustina.
25 de noviembre de 1966 - El trasaldo de los restos mortales de Sor Faustina del cementerio a la capilla de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewniki.
31 de enero de 1967 - Una solemne sesión presidida por el cardenal Karol Wojtyla pone el punto final al proceso informativo diocesano. Las actas del proceso son enviadas a Roma.
31 de enero de 1968 - Con decreto de la Congregación para la Causa de los Santos se abre el proceso de beatificación de la Sierva de Dios Sor Faustina.
19 de junio de 1981 - La Sagrada Congregación de la Causa de los Santos, después de completar la investigación de todos los escritos de la Sierva de Dios Sor Faustina, emite un documento declarando que "nada se interpone para continuar" con su causa.
7 de marzo de 1992 - En presencia del Santo Padre, la Congregación de la Causa de los Santos promulga el decreto de las Virtudes Heroicas mediante el cual la Iglesia reconoce que Sor Faustina practicó todas las virtudes cristianas de manera heroica. Como resultado, ella recibe el título de "Venerable" Sierva de Dios y se abre el camino para verificar el milagro atribuido a su intercesión.
21 de diciembre de 1992 - El Santo Padre publica la aceptación del milagro como concedido por la intercesión de Sor Faustina y anuncia la fecha para su solemne beatificación.
18 de abril de 1993 - Sor Faustina es beatificada por el Papa Juan Pablo II en Roma el primer domingo después de Pascua (día revelado por Nuestro Señor a Sor Faustina como la Fiesta de la Misericordia).
30 de abril de 2000 - La Beata Faustina es canonizada por el Papa Juan Pablo II en Roma el primer domingo después de Pascua, en la Fiesta de la Misericordia.
30 de abril de 2000 - El papa, Juan Pablo II, declaro el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina” en el mundo entero.
29 de junio de 2002 - El Sumo Pontífice, Juan Pablo II, estableció que el “Domingo de la Misericordia Divina” se enriquezca con la indulgencia plenaria.
7 de octubre de 1938 - Su cuerpo fue sepultado en la tumba común, en el cementerio de la Comunidad, situado al fondo del jardín de la casa de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewiniki.
21 de octubre de 1965 - En la arquidiócesis de Cracovia es iniciado el proceso informativo sobre la beatificación de Sor Faustina.
25 de noviembre de 1966 - El trasaldo de los restos mortales de Sor Faustina del cementerio a la capilla de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewniki.
31 de enero de 1967 - Una solemne sesión presidida por el cardenal Karol Wojtyla pone el punto final al proceso informativo diocesano. Las actas del proceso son enviadas a Roma.
31 de enero de 1968 - Con decreto de la Congregación para la Causa de los Santos se abre el proceso de beatificación de la Sierva de Dios Sor Faustina.
19 de junio de 1981 - La Sagrada Congregación de la Causa de los Santos, después de completar la investigación de todos los escritos de la Sierva de Dios Sor Faustina, emite un documento declarando que "nada se interpone para continuar" con su causa.
7 de marzo de 1992 - En presencia del Santo Padre, la Congregación de la Causa de los Santos promulga el decreto de las Virtudes Heroicas mediante el cual la Iglesia reconoce que Sor Faustina practicó todas las virtudes cristianas de manera heroica. Como resultado, ella recibe el título de "Venerable" Sierva de Dios y se abre el camino para verificar el milagro atribuido a su intercesión.
21 de diciembre de 1992 - El Santo Padre publica la aceptación del milagro como concedido por la intercesión de Sor Faustina y anuncia la fecha para su solemne beatificación.
18 de abril de 1993 - Sor Faustina es beatificada por el Papa Juan Pablo II en Roma el primer domingo después de Pascua (día revelado por Nuestro Señor a Sor Faustina como la Fiesta de la Misericordia).
30 de abril de 2000 - La Beata Faustina es canonizada por el Papa Juan Pablo II en Roma el primer domingo después de Pascua, en la Fiesta de la Misericordia.
30 de abril de 2000 - El papa, Juan Pablo II, declaro el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina” en el mundo entero.
29 de junio de 2002 - El Sumo Pontífice, Juan Pablo II, estableció que el “Domingo de la Misericordia Divina” se enriquezca con la indulgencia plenaria.
¿QUIERES CONVERTIRTE EN APÓSTOL DE LA MISERICORDIA DIVINA?
Ayuda a Jesús a llegar a más personas que no conocen su Amor o si lo conocen, que se han alejado de Él.
lunes, 25 de agosto de 2014
HORA DEL AMOR, HORA DE LA MISERICORDIA
Cuando un hombre trabaja en campo propio, pone empeño en
arrancar todas las malas hierbas que brotan en él y no ahorra
trabajo ni fatiga hasta conseguirlo. Así quiero que trabajen las
almas escogidas cuando conozcan mis deseos; con celo y con
ardor, sin perdonar trabajo ni retroceder ante el sufrimiento, con tal
de aumentar cada día el numero de almas, mirando mi Corazon
Misericordioso y así reparar las ofensas que cometes a cada instante.Lo
sabes no me importan todas tus miserias, solo me importa salvarte y tu
das pasos gigantes hacia el cielo cuando trabajas para llevar
misericordia al mundo entero .
domingo, 24 de agosto de 2014
SAN FRANCISCO DE ASIS : ALABADO SEAS MI SENOR
Nuestras oraciones por las Hermanas Clarisas Descalzas de Badajoz, en cuyo convento se venera el cuadro que representa a la Misericordia Divina.
Festividad de Santa Mónica de Hipona, el 27 de agosto
Santa Mónica: Sigue rogando por las madres y por sus
hijos, por las esposas y sus maridos y por todos los pobres pecadores que
necesitamos convertirnos.
Mónica significa dedicada a la oración y a la vida
espiritual.
Santa Mónica es famosa por haber sido la madre de
San Agustín y por haber logrado la conversión de su hijo.
Mónica nació
en Tagaste (África del Norte) a unos 100 km de la ciudad de Cartago en el año 332.
Sus padres encomendaron la formación de sus hijas a una mujer muy religiosa
pero de muy fuerte disciplina.
Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de
soledad (como su nombre lo indica) pero sus padres dispusieron que tenía que
esposarse con un hombre llamado Patricio. Este era un buen trabajador, pero
terriblemente malgeniado, y además mujeriego, jugador y sin religión ni gusto
por lo espiritual.
La hizo sufrir lo que no está escrito y por treinta
años ella tuvo que aguantar los tremendos estallidos de ira de su marido que
gritaba por el menor disgusto, pero éste jamás se atrevió a levantar la mano
contra ella.
Tuvieron tres hijos: dos varones y una mujer. Los
dos menores fueron su alegría y consuelo, pero el mayor Agustín, la hizo sufrir
por docenas de años.
Fórmula para no pelear: En aquella región del norte
de África, donde las personas eran sumamente agresivas, las demás esposas le
preguntaban a Mónica porqué su esposo era uno de los hombres de peor genio en
toda la ciudad, pero no la golpeaba nunca, y en cambio los esposos de ellas las
golpeaban sin compasión. Mónica les respondió: "Es que, cuando mi esposo
está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando el grita, yo
me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto la pelea,
pues....no peleamos". Esta fórmula se ha hecho célebre en el mundo y ha
servido a millones de mujeres para mantener la paz en la casa.
Patricio no era católico, y aunque criticaba el
mucho rezar de su esposa y su generosidad tan grande con los pobres, nunca se
oponía a que ella se dedicara a estas buenas obras. y quizás por eso mismo
logró su conversión. Mónica rezaba y ofrecía sacrificios por su esposo y al fin
alcanzó de Dios la gracia de que en el año de 371 Patricio se hiciera bautizar,
y que lo mismo lo hiciera la suegra, mujer terriblemente colérica que por
meterse demasiado en el hogar de su nuera le había amargado la vida a la pobre
Mónica. Un año después de su bautismo, murió santamente Patricio, dejando a la
pobre viuda con el problema de su hijo mayor.
Patricio y Mónica se habían dado cuenta de que su
hijo mayor era extraordinariamente inteligente, y por eso lo enviaron a la
capital del estado, la ciudad de Cartago, a estudiar filosofía, literatura y
oratoria. Pero Agustín tuvo la desgracia de que su padre no se interesaba por
sus progresos espirituales. Solo le importaba que sacara buenas notas, que
brillara en las fiestas sociales y que sobresaliera en los ejercicios físicos,
pero acerca de la salvación de su alma, no se interesaba ni le ayudaba en nada.
Y esto fue fatal para él, pues fue cayendo de mal en peor en pecados y errores.
Cuando murió su padre, Agustín tenía 17 años y
empezaron a llegarle a Mónica noticias cada vez peores, de que el joven llevaba
una vida poco santa. En una enfermedad, ante el temor a la muerte, se hizo
instruir acerca de la religión y propuso hacerse católico, pero al ser sanado
de la enfermedad abandonó el propósito de hacerlo. Finalmente, se hizo socio de
una secta llamada de los Maniqueos, que afirmaban que el mundo no lo había
hecho Dios, sino el Diablo. Mónica que era bondadosa pero no cobarde, ni floja,
al volver su hijo de vacaciones y empezar a oírle mil barbaridades contra la
verdadera religión, lo echó sin más de la casa y le cerró las puertas, porque
bajo su techo no quería albergar a enemigos de Dios.
Una visión: Pero sucedió que en esos días Mónica
tuvo un sueño en el que vio que ella estaba en un bosque llorando por la
pérdida espiritual de su hijo y que en ese momento se le acercaba un personaje
muy resplandeciente y le decía :"tu hijo volverá contigo " y
enseguida vio a Agustín junto a ella. Le narró al muchacho el sueño tenido y él
dijo, lleno de orgullo, que eso significaba que ella se iba a volver
maniqueísta como él. Pero ella le respondió: "En el sueño no me dijeron,
mamá ira a donde su hijo, sino tu hijo volverá contigo". Esta hábil
respuesta impresionó mucho a su hijo, quien más tarde la consideraba como una
inspiración del cielo. Esto sucedió en el año 437.
Faltaban 9 años para que Agustín se convirtiera.
Por muchos siglos ha sido muy comentada la bella
respuesta que un obispo le dio a Mónica cuando ella le contó que llevaba años y
años rezando, ofreciendo sacrificios y haciendo rezar a sacerdotes y amigos por
la conversión de Agustín. El obispo le respondió : "Esté tranquila, es
imposible que se pierda el Hijo de tantas lágrimas". Esta admirable
respuesta y lo que había oído en el sueño, la llenaban de consuelo y esperanza,
a pesar de que Agustín no daba la menor señal de arrepentimiento.
Cuando tenía 29 años, el joven decidió ir a Roma a
dar clases. Ya era todo un doctor. Mamá se propuso irse con él para librarlo de
todos los peligros morales. Pero Agustín le hizo una jugada tramposa ( de la
cual se arrepintió mucho más tarde ) Al llegar junto al mar le dijo a Mónica
que se fuera a rezar a un templo, mientras iba a visitar a un amigo, y lo que
hizo fue subirse al barco y salir rumbo a Roma, dejándola sola, pero Mónica no
era mujer débil para dejarse derrotar tan fácilmente. Tomó otro barco y se
dirigió a Roma.
La conversión del hijo: En Milán; Mónica se encontró
con el Santo más famoso de la época, San Ambrosio, arzobispo de esa ciudad. En
él se encontró un verdadero padre lleno de bondad y de sabiduría que la fue
guiando con prudentes consejos. Además, Agustín se quedó impresionado por su
enorme sabiduría y la poderosa personalidad de San Ambrosio y empezó a
escucharle con profundo cariño y a cambiar sus ideas y entusiasmarse por la fe
católica.
Y sucedió que en el año 387, Agustín, al leer unas
frases de San Pablo sintió una impresión extraordinaria y se propuso cambiar de
vida. Envió lejos a la mujer con la cual vivía en unión libre, dejó sus vicios
y malas costumbres. Se hizo instruir en la religión y en la fiesta de Pascua de
Resurrección de ese año se hizo bautizar.
Agustín, ya convertido, dispuso volver con su madre
y su hermano, a su tierra, en el Africa, y se fueron al puerto de Ostia a
esperar el barco. Pero Mónica ya había conseguido todo lo que anhelaba es esta
vida, que era ver la conversión de su hijo. Ya podía morir tranquila. Y sucedió
que estando ahí en una casa junto al mar, por la noche al ver el cielo
estrellado platicando con Agustín acerca de como serán las alegrías que
tendrían en el cielo ambos se emocionaban comentando y meditando los goces
celestiales que los podían esperar. En determinado momento exclamó
entusiasmada: "¿Y a mí que más me puede amarrar a la tierra ? Ya he
obtenido mi gran deseo, el verte cristiano católico. Todo lo que deseaba lo he
conseguido de Dios". Poco después le invadió una fiebre, y en pocos días
se agravó y murió. Lo único que pidió a sus dos hijos es que no dejaran de
rezar por el descanso de su alma. Murió en el año 387 a los 55 años de edad.
Miles de madres y de esposas se han encomendado en
todos estos siglos a Santa Mónica, para que les ayude a convertir a sus esposos
e hijos, y han conseguido conversiones admirables.
Gloriosa Santa Mónica,
modelo de madres. Tu vida la admiramos en los vaivenes de tu
hogar y sobre todo, siguiendo a tu hijo Agustín. Supiste
atraer a tu esposo hacia Dios e igualmente a aquel hijo que había
perdido la fe. Le seguías llamándole, orando, llorando...
Consíguenos que comprendamos el papel sagrado de las madres
y su influencia en el hogar. Confiamos nuestra familia a tu protección. Amén. |
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