¡En el nombre del Señor! Comienza la forma de
vida de las Hermanas Pobres.
La forma de vida de la Orden de las Hermanas
Pobres, forma que el bienaventurado Francisco instituyó, es ésta: guardar el
santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin propio
y en castidad. Clara, indigna sierva de Cristo y plantita del muy
bienaventurado padre Francisco, promete obediencia y reverencia al señor papa
Inocencio y a sus sucesores canónicamente elegidos y a la Iglesia Romana. Y
así como al principio de su conversión, junto con sus hermanas, prometió
obediencia al bienaventurado Francisco, así promete guardar inviolablemente esa
misma obediencia a sus sucesores. Y las otras hermanas estén obligadas a
obedecer siempre a los sucesores del bienaventurado Francisco y a la hermana
Clara y a las demás abadesas canónicamente elegidas que la sucedan.
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