jueves, 23 de octubre de 2014

AMAR AL PRÓJIMO ES AMAR A DIOS EN PRIMERA PERSONA



Nunca olvidaré aquella noche en que un hombre llegó hasta nuestra casa y nos dijo:
-“Hay una familia con ocho niños que hace muchos días no tienen que comer. Hagan algo”.
Entonces fui y llevé arroz, y pude ver el terrible hambre pintado en el rostro de los niños. La madre tomó el arroz, lo dividió en dos partes, y salió con una de las partes que había apartado.
Cuando volvió, le pregunté:- ¿a donde fue usted, qué fue a hacer? Y ella me contestó mansamente: -“Ellos también están hambrientos”:
No me sorprendió tanto su gesto de compartir, sino el hecho de que ella supiera, de que ella conociera los problemas de aquella otra familia.
Ellos eran una familia hindú, mientras que sus vecinos eran musulmanes. Y sin embargo, ella sabía que estaban sufriendo, que también estaban pasando hambre. Aun en medio de su propio y tremendo sufrimiento, viendo a sus hijos muriéndose de hambre, tuvo el coraje, el amor y la alegría de compartir primero, y recién después alimentar a sus propios hijos…

“ESTO ES ALGO QUE NECESITAMOS MÁS EN ESTE ATRIBULADO MUNDO: PREOCUPACIÓN Y AMOR POR EL PRÓJIMO”.
(Madre Teresa)

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