A las tres, ruega
por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea
por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi
abandono en el momento de Mi agonía. Ésta es la hora de la gran
misericor- dia para el mundo entero (Diario 1320). Cabe esclarecer aquí,
que no se trata de una hora exacta de reloj (60 minutos), sino que se
trata de tener presente el momento de la agonía de Jesús en la cruz, es
decir, de acompañarle rezando a las tres de la tarde.
Jesús
no propone una oración concreta para esta hora de las 3 de la tarde;
más bien dijo que se podía, por ejemplo, rezar el Via Crucis, hacer la
visita al Santísimo Sacramento, y si el tiempo no lo permite debido a
las obligaciones, al menos, durante unos momentos, allí donde estemos,
hay que tratar de unirse con Él cuando agoniza en la Cruz, aunque sólo
sea por un breve momento. El objeto de esta oración es el misterio de la
Pasión de Cristo. Esta oración en la Hora de la Misericordia debe
cumplir ciertas condiciones: debe tener lugar a las tres de la tarde
(cuando el reloj marca la hora exacta), debe dirigirse directamente a
Jesús, y en nuestras súplicas y peticiones, hay que referirse a los
méritos y al valor de su dolorosa Pasión.
Sin embargo, en
la práctica y en diversas publicaciones, a menudo se insiste en la
opinión según la cual a las tres de la tarde hay que rezar la Coronilla a
la Divina Misericordia, pues se considera que entonces esta oración
tiene un poder especial. Esta forma de pensar se debe a una cierta
ignorancia sobre la devoción a la Divina Misericordia, porque hay un
desconocimiento de las formas trasmitidas por Sor Faustina; tal vez esto
también se deba a la necesidad de tener una fórmula determinada para
rezar en esta hora de la Misericordia. La oración en la Hora de la
Misericordia es una forma particular del culto a la Divina Misericordia,
con la que Jesús asoció una promesa determinada; también estableció
la forma de practicarla. Jesús, en ningún momento dijo que hubiera que
rezar la Coronilla a la Divina Misericordia en esta hora. Por supuesto,
es posible rezar la Coronilla en esta hora santa, así como en cualquier
otro momento del día y de la noche; pero entonces hay que tener claro
que no estamos practicando la oración de la Hora de la Misericordia,
sino que simplemente rezamos la Coronilla a la Divina Misericordia. La
Coronilla no puede ser la oración de la Hora de la Misericordia, puesto
que se dirige directamente a Dios el Padre (Padre Eterno, yo te
ofrezco...), y la oración en la Hora de la Misericordia debe dirigirse a
Jesús.
ORACIÓN DE LAS TRES DE LA TARDE:
Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida
para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida,
insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta la
última gota de tu sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario