Antes
de cumplir 15 años, Maureen Digan disfrutaba de una vida normal, con
una salud normal. De pronto le vino una enfermedad progresiva pero
terminal, llamada: Lymphedima. Esta es una enfermedad a la que no
responde ningún medicamento y no tiene, por tanto, remedio alguno.
En los 10 años siguientes Maureen tuvo 50 operaciones quirúrgicas y a
veces tenía que quedarse en el hospital hasta por un año. Los amigos y
parientes le sugirieron que rezara y pusiera su confianza en Dios. Pero
Maureen no podía entender, primero, por qué Dios había permitido que
tuviera aquella enfermedad y segundo, porque ella había perdido su fe
completamente. Es más, su deteriorada enfermedad necesitaba la
amputación de una pierna. Una tarde, mientras Maureen estaba en el
hospital, su marido, Bob, fue a ver una película titulada: "La
Misericordia Divina, imposible escapar a ella", y allí se convenció de
los poderes de curación a través de la intercesión de Sor Mª Faustina
Kowalska. Bob persuadió a Maureen y a los doctores para que fuera hasta
la tumba de Sor Mª Faustina, en Polonia.
Llegaron a Polonia el
23 de Marzo de 1981 y Maureeen se confesó por primera vez desde que era
una joven de pocos años. En la tumba (ahora Capilla de Santa
Faustina) Maureen recuerda haber dicho en su inimitable estilo: "Muy
bien, Faustina, hice un largo viaje hasta aquí, ahora haz tú algo..." En
su corazón ella oyó que Sor Faustina le decía: "Si quieres mi ayuda, yo
te la daré".
De repente pensó que sus nervios se rompían.
Sintió que todos los dolores parecía que salían de su cuerpo y que su
pierna hinchada, y que iba a ser amputada, volvía a su tamaño normal.
Cuando Maureen regresó a los Estados Unidos fue examinada por cinco
doctores independientes que llegaron a la conclusión de que estaba
completamente curada. No tenían ninguna explicación médica para la
curación de su enfermedad progresiva y terminal. La evidencia de este
milagro fue examinada por otros cinco doctores nominados por la Sagrada
Congregación para la Causa de los Santos y habiendo pasado la prueba,
fue examinada por un equipo de teólogos y, finalmente, por un equipo de
Cardenales y Obispos. La curación fue aceptada como milagro concedido
por la intercesión de Sor Mª Faustina Kowalska ante el cuadro de la
Divina Misericordia. Sor Faustina fue beatificada, por la prueba de este
milagro, el día 18 de Abril de 1993, fiesta de la Divina Misericordia
(2º domingo de Pascua).
El día 30 de Abril del Año Santo 2000
la Beata Mª Faustina Kowalska fue solemnemente canonizada por el Papa
Juan Pablo II, que, con fecha 5 de Mayo de ese mismo año, instituye y
decreta la Fiesta de la Misericordia Divina para toda la Humanidad, en
el 2º domingo después de Pascua.
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