martes, 14 de octubre de 2014

Un milagro en la tumba de Santa Faustina Kowalska, el apostol de la Misericordia.

Antes de cumplir 15 años, Maureen Digan disfrutaba de una vida normal, con una salud normal. De pronto le vino una enfermedad progresiva pero terminal, llamada: Lymphedima. Esta es una enfermedad a la que no responde ningún medicamento y no tiene, por tanto, remedio alguno.

En los 10 años siguientes Maureen tuvo 50 operaciones quirúrgicas y a veces tenía que quedarse en el hospital hasta por un año. Los amigos y parientes le sugirieron que rezara y pusiera su confianza en Dios. Pero Maureen no podía entender, primero, por qué Dios había permitido que tuviera aquella enfermedad y segundo, porque ella había perdido su fe completamente. Es más, su deteriorada enfermedad necesitaba la amputación de una pierna. Una tarde, mientras Maureen estaba en el hospital, su marido, Bob, fue a ver una película titulada: "La Misericordia Divina, imposible escapar a ella", y allí se convenció de los poderes de curación a través de la intercesión de Sor Mª Faustina Kowalska. Bob persuadió a Maureen y a los doctores para que fuera hasta la tumba de Sor Mª Faustina, en Polonia.

Llegaron a Polonia el 23 de Marzo de 1981 y Maureeen se confesó por primera vez desde que era una joven de pocos años. En la tumba (ahora Capilla de Santa Faustina) Maureen recuerda haber dicho en su inimitable estilo: "Muy bien, Faustina, hice un largo viaje hasta aquí, ahora haz tú algo..." En su corazón ella oyó que Sor Faustina le decía: "Si quieres mi ayuda, yo te la daré".

De repente pensó que sus nervios se rompían. Sintió que todos los dolores parecía que salían de su cuerpo y que su pierna hinchada, y que iba a ser amputada, volvía a su tamaño normal. Cuando Maureen regresó a los Estados Unidos fue examinada por cinco doctores independientes que llegaron a la conclusión de que estaba completamente curada. No tenían ninguna explicación médica para la curación de su enfermedad progresiva y terminal. La evidencia de este milagro fue examinada por otros cinco doctores nominados por la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos y habiendo pasado la prueba, fue examinada por un equipo de teólogos y, finalmente, por un equipo de Cardenales y Obispos. La curación fue aceptada como milagro concedido por la intercesión de Sor Mª Faustina Kowalska ante el cuadro de la Divina Misericordia. Sor Faustina fue beatificada, por la prueba de este milagro, el día 18 de Abril de 1993, fiesta de la Divina Misericordia (2º domingo de Pascua).

El día 30 de Abril del Año Santo 2000 la Beata Mª Faustina Kowalska fue solemnemente canonizada por el Papa Juan Pablo II, que, con fecha 5 de Mayo de ese mismo año, instituye y decreta la Fiesta de la Misericordia Divina para toda la Humanidad, en el 2º domingo después de Pascua.

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