martes, 7 de octubre de 2014
LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA
"Mientras hago el Vía Crucis, a la duodécima estación experimento una emoción profunda. Aquí medito la omnipotencia de la Divina Misericordia que ha pasado a través del Corazón de Jesús. Cada vez que hago el Vía Crucis, en la herida abierta del Corazón de Jesús encierro a toda la pobre humanidad...y distintas personas que amo. De esta Fuente de Misericordia han salido los dos rayos, es decir la Sangre y el Agua; ellos con su inmensidad inundan el mundo entero..." (Diario de Santa Faustina.
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