Las prácticas de devoción reveladas
por medio de Sor Faustina nos fuerón dadas como
“recipientes de misericordia”a través de las cuales
el amor de Dios puede derramarse sobre el mundo, pero debemos
también mostrar misericordia al prójimo. Poner en
práctica la misericordia no es una opción de la
devoción a la Divina Misericordia; !Es un requisito!.
Jesús le habla muy fuerte a Santa Faustina sobre esto:"Exijo
de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí.
Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes.
No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte"
(Diario, 742).
Nuestro Señor mismo, nos propone tres formas de hacer misericordia y nos lo pide por medio de Santa Faustina: "Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo; la primera es la acción, la segunda es la palabra, y la tercera es la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacía Mí" (Diario, 742).
Santa Faustina aprendió que cuando practicaba las obras de misericordia, a quien en realidad servía era al mismo Salvador misericordioso “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicierón conmigo” (Mt 25, 35-40).
Nuestro Señor mismo, nos propone tres formas de hacer misericordia y nos lo pide por medio de Santa Faustina: "Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo; la primera es la acción, la segunda es la palabra, y la tercera es la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacía Mí" (Diario, 742).
Santa Faustina aprendió que cuando practicaba las obras de misericordia, a quien en realidad servía era al mismo Salvador misericordioso “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicierón conmigo” (Mt 25, 35-40).
La Santa Madre Iglesia nos propone las “Obras Corporales y Espirituales de
Misericordia”.
Obras Corporales de
Misericordia: 1-Dar de comer a los hambrientos. 2-Dar de beber a
los sedientos. 3-Vestir a los desnudos. 4-Dar asilo a los desamparados.
5- Visitar a los enfermos. 6- Consolar a los prisioneros7-Enterrar a
los muertos.
Obras Espirituales de Misericordia:
1-Amonestar a los pecadores. 2-Instruir a los ignorantes. 3- Aconsejar
a los que tienen dudas. 4-Consolar a los afligidos. 5- Soportar
con paciencia los errores de los demás. 6-Perdonar las ofensas.
7- Orar por los vivos y los muertos.
De las mayores obras de misericordia que podemos
realizar es la oración por los moribundos. Para Santa Faustina,
éste era un aspecto importante de su misión de
misericordia.: Jesús le recalcó la importancia: “Reza,
cuanto puedas, por los agonizantes, impetra para ellos la confianza en
Mi misericordia, porque son ellos los que más necesitan la
confianza quienes la tienen muy poca. Has de saber que la gracia de la
salvación eterna de algunas almas en el último momento
dependió de tu oración” (Diario,
1777).
En particular, Jesús le recomendó a Santa Faustina utilizar la Coronilla para ayudar a los moribundos: "Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón" (Diario, 811).
Junto con la oración para los moribundos, otra gran obra de misericordia es la oración por los difuntos, Jesús animaba a Santa Faustina a recordar a las almas que estan en el purgatorio: "Entra a menudo en el purgatorio, ya que allí te necesitan las almas" (Diario, 1738).
En particular, Jesús le recomendó a Santa Faustina utilizar la Coronilla para ayudar a los moribundos: "Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón" (Diario, 811).
Junto con la oración para los moribundos, otra gran obra de misericordia es la oración por los difuntos, Jesús animaba a Santa Faustina a recordar a las almas que estan en el purgatorio: "Entra a menudo en el purgatorio, ya que allí te necesitan las almas" (Diario, 1738).
Hagamos nuestras estas palabras de Santa Faustina:
"Jesús mío, haz mi
corazón semejante a Tu
Corazón misericordioso, Jesús, ayúdame a pasar por
la vida
haciendo el bien a todo el mundo" (Diario, 692), para que cada
vez
seamos más los misericordiosos, ya que son muy pocos los
que se conduelen del hermano en desgracia y menos aún los que
quieren compartir lo que a ellos Dios generosamente les otorga, con los
que menos tienen.
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