-“El
amor es un misterio que transforma todo lo que toca en cosas bellas y
agradables a Dios. El amor de Dios hace al alma libre; es como una reina
que no conoce el constreñimiento del esclavo, emprende todo con gran
libertad del alma, ya que el amor que en ella vive es el estímulo para
obrar. Todo lo que la rodea, le da a conocer que solamente Dios es digno
de su amor. El alma enamorada de Dios y
en Él sumergida, va a sus deberes con la misma disposición que va a la
Santa Comunión y cumple también las acciones más simples con gran
esmero, bajo la mirada amorosa de Dios; no se turba si con el tiempo
alguna cosa resulta menos lograda, ella está tranquila, porque en el
momento de obrar hizo lo que estaba en su poder. Cuando sucede que la
abandona la viva presencia de Dios, de la que goza casi continuamente,
entonces procura vivir de la fe viva; su alma comprende que hay momentos
de descanso y momentos de lucha. Con la voluntad está siempre con Dios.
Su alma es como un oficial adiestrado en la lucha, desde lejos ve dónde
se esconde el enemigo y está preparada para el combate, ella sabe que
no está sola; Dios es su fortaleza”.D.890.
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